Cómo tomar el té desde un plato sujeto con tres dedos.

Imprevisto: La feria Ravechi solo tendra un día de duración en lugar de los dos programados .Puedo quedarme en Bhuj , pero decido explorar un poco.


Por el inglés macarrónico de Vijay, mi conductor, Kawda parece interesante . Es la población mas cercana a Bhuj y un mercado al que se desplazan los pastores Rabari para hacer las compras . Esto nos obliga a hacer cien kilometros en sentido contrario a nuestro itinerario previsto y otros cien de vuelta. Con estas carreteras son cuatro horas adicionales  de coche que añadir a las previstas para el dia de hoy.

Llegamos a Kawda, población escasa y - como todas aqui- extremadamente pobre.  El "Mercado", cuarenta metros de  camino de tierra flanqueado por tienduchas, huecos oscuros de adobe y algun ladrillo en cuidado descalabro, desorden y suciedad. Calor impresionante, la reverberación del sol en la arena del mercado ayuda. Las tiendas, Gimkana entre charcos de líquidos indefinidos, cagadas de vacas sagradas, alguna bicicleta.

Me siento observado, soy el único extranjero. Un "Alien". Y los Kutchis no son demasiado discretos.

Le indico a Vijay un hueco, enmarcado por un techo ondulado de metal y cuatro postes en el que hacen chai (té). Es oscuro, sucio.
El cubículo se abre al camino y, en la zona más en penumbra  un banco corrido recorre el fondo en escuadra con uno de los flancos  en el que se sientan alguno locales mirándome  fijamente a los ojos, a la manera hindú. Miradas hoscas. En el otro flanco hierven el chai, en una grán palangana metálica enegrecida por la lumbre. A pesar de la sombra,  la temperatura de los cacharros al fuego incide en la sensacion de calor. Soy el espectáculo del día. La cosa se acentúa cuando me dirijo a la esquina del banco - zona más oscura - en el extremo opuesto al del cocinero que se ocupa del té. Me siento y pido dos, uno para Vijay y otro para mí.. En la mano izquierda la cámara que dejo reposar sobre el banco.
Un patibulario me espeta "Foto no".  Miro hacia otro lado, como distraido. 

El personal toma el té  en tactitas hirvientes, sin asa  sobre un plato pequeño y plano. Veo que vierten el líquido sobre el plato para luego, sosteniéndolo con tres dedos formando un trípode invertido, sorber por uno de los lados. Y así sucesivamente van vertiendo de la taza al plato hasta que se beben el contenido. Maniobra complicada porque te abrasas al coger la taza, luego tienes que verter - cogiendola del borde superior, menos caliente - el líquido sobre el plato sin que desborde y finalmente beberlo desde el plato que se encuentra (o debería encontrarse) en equilibrio sobre los tres dedos. 

Todos me miran, con la esperanza de asistir a un desaguisado y me esmero en cumplir estríctamente con el guión: me abraso, el líquido vierte por los bordes del plato y dejo la muslera del pantalón hecha unos zorros.  Les veo satisfechos a pesar que, con gran esfuerzo, no cambian la cara.

(No se imaginan que  la quemazón es pura anécdota si se compara con el esfuerzo  realizado para sorber de un plato pescado de entre los que flotaban en la palangana de plástico rebosante de agua grisácea)

Me apresto a intentarlo de nuevo. Vierto sin problemas el líquido sobre el plato, sujeto esta vez en perfecto equilibrio sobre los tres dedos. Voy a beber y - teatralmente - hago una pausa levantando los ojos mientras miro fijamente  los del patibulario que antes me reprendió.  Con la mano libre, sonriendo con los ojos, le hago con el índice el movimiento pendular que en todas las lenguas significa "no". 

Sorbo magistralmente el té, a la manera de un Kutchi de toda la vida.... 
Y no se me cae una sola gota. 
Y no me quemo.

¡He triunfado !  

El patibulario, sonriendo,  me hace una señal aprobatoria con el pulgar hacia arriba. Toda la panda ríe. He pasado de la categoria: "qué c... hace este estupido ignorante  turista americano aquí" a  la de: "fíjate ahí hay uno que toma el té como nosotros, y además no es de aquí".

Con esto y un par de sonrisas, una hora después estaba  en casa de uno de ellos, departiendo sobre los problemas de la dote en la India  y en España , ya os contaré.