Los entusiastas clientes de Nomad Expediciones



Ya han vuelto a casa. Unos a Estados Unidos, otro a Alemania, los demás a España. Unos días apasionantes, de madrugones continuos, de amaneceres irrepetibles. Las sorpresas, las preguntas: "¿Cómo dominamos lo de la luz de las velas?", "No consigo que no se queme la parte trasera de la foto".  Las cuestiones eternas: "Es que se me hace difícil hacerme invisible..", "¿Cómo me aproximo para no molestar?".  Las técnicas "soft": "¿Y cómo es un histograma bueno?", las sofisticadas: "¿Cambio el equilibrio de los blancos al amanecer o lo dejo en automático?"


Y las risas.

Todos me dicen que volverán. No hay nada que me pueda hacer más feliz.
Ha sido duro. Solo fotografía. Y las risas. Y el calor. Y las risas. Y la fascinación de Varanasi. Los Sadhús en su dormitorio en Katmandú.  Los monjes en Bodnath. La comida.


Han aprendido. Se han enfrentado a situaciones fotográficas a las que no estaban habituados. Han descubierto nuevas posibilidades. Ahora les interesa una fotografía distinta.

Así son los clientes de Nomad Expediciones. Así son mis nuevos amigos...