Último día en Benarés


Estoy en la habitacion-tienda de Internet en los aledanos de mi Gath. La tienda tiene puerta a la calle y me encuentro escribiendo, de espaldas a la entrada, el pupitre enfrentado a una pared. A mi iquierda una cortina hace las veces de puerta hacia dependencias interiores. A mi derecha otro turista. Algo se desplaza a la altura de mi rodilla izquierda. Es un  hombre mayor, paralítico. Sentado en el suelo,  se empuja con los brazos y con ellos va arrastrando las piernas. Desaparece tras la cortina.