Segundo encuentro con "Livingstonesupongo"

Ya no se el día, miraré mi programa, llegamos a Rapar, pueblo en el que se desarolla la feria Ravechi.



La feria tiene un cierto parecido a nuestras verbenas. Una noria, tenderetes. Saltimbanquis, quioscos, churros (!!). Muchos tenderetes y gente,  mucha gente.Campan, se sientan. En sillas, en el suelo, sobre algún coche. Las sillas pegadas unas a otras ,  les da igual .

Unos turistas con cámara se lian a hacer fotos a todo hindi que pillan. Sin distinción.  En cuanto uno se deja.. Paf ! Foto para el album !



Me voy al templo. Hay una puerta enorme, previa y, subiendo unos escalones accedes . Masas ingentes se apelotonan. Un policia les abronca para que no se agolpen (esto se repetirá continuamente).

Esta zona no divierte a los turistas. No hay ninguno. Me situo justo al lado de un Gurú (este es de verdad) que atiende peticiones en una zona de sombra  pegada al lío. 


Llevo media hora sentado en el suelo (me duelen todos los huesos, además de la muela ) con la cámara junto a mi y observo.  Vienen Rabaris  (Pastores) a comentar al Gurú. - Imponentes !  Son gente delgada, alta, vestida con camisa blancas y jubón, (Doti) del mismo color.  Me los he encontrado en carreteras arreando rebaños de búfalos o vacas. - Es la primera vez que los veo en una feria.


Conversaciones con el príncipe de Zainabad. Segundo día.

Me despierto por décima vez a las cinco y media de la mañana. Noche tórrida, con las ventanas cerradas y ( no tuve la previsión de traerme un mosquitero) el tremendo ventilador/turbina sobre la cama: "tic.tic.tic" , "vruuuum,vruuum"."tic.tic.tic" , "vruuuum,vruuum".
 
Así toda la noche hasta el amanecer.

Estoy molido pero la cama, el "tic,tic" y el  "vruuum,vrummm" no son una tentación. Un par de horas en la habitación hasta el desayuno. Intentaré leer o escribir alguna nota.

Desayuno en el comedor de la casa. Mesa impecable con mantel, tetera cubierta con  funda térmica diseño  típico del lugar. Muy British. Me acompañan el tigre disecado  y su compañero el guepardo. Desde su urna, el primero me mira de reojo. Dentro de este contexto, no consigue impresionarme. Y menos cuando  al fondo, justo al lado su  urna , a través de la puerta que da a la cocina, atisbo lo que creía que eran electrodométicos; puro neorealismo italiano de primera época: caños vistos oxidados, la cena de ayer inerte, apilada y sucia rebosando  la pila  desconchada.  Un par de tostadas sobre una plancha negruzca y oxidada. Viejos azulejos. Pintura ajada.


Conversaciones con el Príncipe de Zainabad Primer día

Primer Día.-

Nueve  horas de aburridas carreteras, llegamos a  Zainabad. Tres mil habitantes. Sede del palacio del príncipe.



Mínimo, desolado, desértico.  Se supone que duermo en un "Resort", eufemismo con el que se designa aquí cualquier agrupación de cabañas o chozas que no obedezcan a un crecimiento vegetativo natural . Me asegura Vijay  ( el conductor ) que hemos llegado. Solo alcanzo a ver una verja oxidada cerrada a cal y canto. La empujo para acceder a  un campito salvaje, cabañas abandonadas .   
Huston, tenemos un problema .Mala y buena noticia: el Resort está cerrado ( las lluvias y la absoluta  inexistencia de clientes ) y me hospedo en la casa del Dr. Malic, príncipe de Zainabad.