Myanmar es uno de los pocos destinos de Asia en los que el turismo, por circunstancias políticas, aún no ha masificado las estancias. La reciente "liberalización" o reducción de la presión internacional sobre el régimen autoritario existente, ha propiciado una apertura que - gracias al extraordinario atractivo del país - llevará sin duda a situar Myanmar en el lugar privilegiado que merece. Aún es tiempo de disfrutar de Siam, tal como era.
Queda poco tiempo.
Una jungla montañosa cubre las regiones del norte y nordeste del país, grandes extensiones de bosques de teca, ríos caudalosos como el Irawady y fértiles valles, componen el aspecto físico fundamental de Birmania. Yangoon no es una típica capital del sudeste asiático debido a su tranquilidad y a su ambiente. Todavía es una ciudad repleta de templos y callejuelas y, por encima de todo, la legendaria Pagoda de Shwedagon, de 2.500 años de antigüedad. Nuestra ruta nos lleva a Mandalay, la ciudad de oro, última capital de los reyes birmanos y hoy centro cultural y religioso del país. Templos, pagodas y monasterios budistas serán visitados en varios días. Más tarde llegaremos a Bagan, que constituye uno de los lugares arquitectónicos más importantes de Asia. Los miles de Budas de las cuevas de Pindaya, los jardines flotantes del Lago Inle, un sinfín de mercados y templos budistas llenan de vida y de historia este fantástico y aún desconocido país. Luego, los días en el centro del poder Jemer, los extraordinarios templos de Angkor. Se trata de un conjunto de unos cien templos (o pagodas), construidos entre los siglos IX y XIII para glorificar a una sucesión de reyes jemeres.
Queda poco tiempo.
Una jungla montañosa cubre las regiones del norte y nordeste del país, grandes extensiones de bosques de teca, ríos caudalosos como el Irawady y fértiles valles, componen el aspecto físico fundamental de Birmania. Yangoon no es una típica capital del sudeste asiático debido a su tranquilidad y a su ambiente. Todavía es una ciudad repleta de templos y callejuelas y, por encima de todo, la legendaria Pagoda de Shwedagon, de 2.500 años de antigüedad. Nuestra ruta nos lleva a Mandalay, la ciudad de oro, última capital de los reyes birmanos y hoy centro cultural y religioso del país. Templos, pagodas y monasterios budistas serán visitados en varios días. Más tarde llegaremos a Bagan, que constituye uno de los lugares arquitectónicos más importantes de Asia. Los miles de Budas de las cuevas de Pindaya, los jardines flotantes del Lago Inle, un sinfín de mercados y templos budistas llenan de vida y de historia este fantástico y aún desconocido país. Luego, los días en el centro del poder Jemer, los extraordinarios templos de Angkor. Se trata de un conjunto de unos cien templos (o pagodas), construidos entre los siglos IX y XIII para glorificar a una sucesión de reyes jemeres.
http://www.nomadexpediciones.com/blog