Guiar la mirada.- alguna noción básica.
Para poder guiar la mirada de un
espectador frente a nuestra fotografía ante todo tenemos que aprender a ver.
Más que ver, a mirar. La fotografía, como cualquier actividad humana es ante todo una elección y,
en este caso, la decisión pasa por una interpretación personal de lo que estamos viendo, a través del filtro
de nuestra cultura, la experiencia y
nuestras emociones. Una vez hemos aprendido a mirar viene los más
difícil: conseguir plasmar en una fotografía lo que hemos visto en tres dimensiones, con un ángulo de visión
extraordinariamente amplio y un diafragma –el de nuestra mente- muy superior al de cualquier
cámara.
La des composición de la
imagen es el mejor instrumento para comprender el proceso y la forma en la que este análisis puede ayudar al
espectador a ver y mirar en la misma
manera en que nosotros hemos visto nuestra
realidad.
(1). En esta imagen, la atención se
centra inicialmente en la zona inferior izquierda. La barca, elemento en primer plano, tiene mayor cantidad de luz y
está enfocada, en contraste con lo que se situa en el plnao posterior. (2) A partir de allí, la mirada se ve atraida por las miradas de los personajes que se enfrentan
a la cámara. Estamos
programados biológicamente para, instintivamente, buscar el reconocimiento
facial y los ojos son un imán para la vista. (3) Finalmente, la dirección en
diagonal marcada por la embarcación, nos lleva al punto situado en la oscuridad
donde las luces lejanas, nuevamente marcan el contraste, atrayendo la atención del
observador.
En esta fotografía de portfolio de Nomad Expediciones podeis ver otro claro ejemplo de cómo se puede guiar la mirada del espectador...