Personal Photography
You stand there and... “bang”, shoot, just if it
was a building, a dog, a tree.
You can always take pictures with your
200 mm lens, being really far away and capture
expressions for your album. But you will
miss the soul. And the image will be no more than a butterfly stuck with
a pin in your little box, a trophy, the memory of a place, not a person.
Nothing if you compare it to the image
forever linked to a personal relationship.
Te plantas delante y, sin más, ¡zas!, disparas, como si fuera un edificio,
un perro, un árbol.
Siempre puedes hacer
fotos con un 200 mm
desde lejos, muy lejos y captar expresiones para pegarlas al
album. Pero le faltará el alma. Y la
imagen no será más que una
mariposa clavada con un alfiler en tu cajita, un trofeo, el recuerdo de un lugar, no de una persona. Nada
que ver con lo que te aporta el instante
eternamente congelado unido al de una relación personal .
Fotografía Harry Fisch
Hijra (Maasi en el Gujarat) en un templo. para saber más http://es.wikipedia.org/wiki/Hijra
Photography
of people - let's call it “personal photography” – changes with a “relational”
approach, trying to shorten the distance, sometimes more apparent than real,
between photographer and photographed.
On our Nomad Photographic Expeditions we have developed a vocation for stories and situations were we
have people participating in the images.
I am surprised by the way photographers and travelers address travel photography, turning
people into objects rather than treating them respectfully, as subjects of the
photographs.
On countless occasions I have been told about unfriendly or aggressive people facing
cameras. Honestly my experience is totally different.The camera can be the door
to a relationship if not the culmination of it. In remote areas, cities where
cultural distance is large relative to my world and language I count on human
curiosity. Many times the villager is as
curious about my life as I am about his.
La
fotografía de
personas - llamémosle
fotografía personal -
gana mucho, yo diria todo, con un abordaje
relacional, intentando acortar la distancia, más aparente en ocasiones que
real, que media entre el fotógrafo y fotografiado.
En mis
expediciones fotográficas desarrollamos una vocación de fotografía de historias y
situaciones casi siempre contando con la inclusión, participación diria yo más,
de personas en las imágenes. Sorprende
ver la forma en la que la mayoría de
turistas aborda la fotografía humana en los viajes. Cosifican a las personas transformándolas en
objetos en lugar de tratarlas respetuosamente, como sujetos de las
fotografías.